De refugio a símbolo cultural, Getsemaní esta fue su transformación.
Si hay un lugar en Cartagena que ha sabido reinventarse sin perder su esencia, ese es Getsemaní. Lo que alguna vez fue un barrio de resistencia y tradición popular, hoy es el epicentro del arte, la cultura y la vida nocturna de la ciudad. Pero, ¿cómo pasó de ser un rincón olvidado a convertirse en el barrio más cool de Cartagena? Aquí te contamos su historia.
De Cuna de la Independencia a Barrio de Pescadores
Getsemaní tiene raíces profundas en la historia de Cartagena. Durante la colonia, era el hogar de artesanos, esclavizados liberados y trabajadores portuarios. A diferencia del Centro Histórico, donde vivían los españoles y criollos adinerados, este barrio era el corazón del pueblo cartagenero.
En 1811, Getsemaní jugó un papel clave en la independencia de Cartagena. Fue aquí donde los habitantes se levantaron contra el dominio español, convirtiéndose en el primer barrio en declarar la independencia absoluta de la Corona. Este espíritu rebelde y comunitario se mantiene hasta hoy en sus calles vibrantes y llenas de historia.
El Declive y Renacimiento del Barrio
Con el paso de los siglos, Getsemaní pasó por una etapa de deterioro. Durante buena parte del siglo XX, el barrio fue dejado de lado mientras el turismo se centraba en el Centro Histórico. Sin embargo, la autenticidad y el encanto de sus calles coloniales nunca desaparecieron.
A partir de los años 2000, artistas, viajeros y emprendedores comenzaron a ver su potencial. Lo que antes era un barrio olvidado, poco a poco se convirtió en el refugio de galerías de arte, bares bohemios y murales de colores que cuentan la historia de su gente.
El Getsemaní de Hoy: Arte, Cultura y Vida Nocturna
Hoy en día, Getsemaní es sinónimo de creatividad y vida nocturna. Sus calles están llenas de grafitis que rinden homenaje a sus raíces y personajes emblemáticos. La Plaza de la Trinidad, su epicentro, es el lugar perfecto para disfrutar de presentaciones callejeras, probar comida local y compartir con viajeros de todo el mundo.
Lo que no puedes perderte en Getsemaní:
- La Plaza de la Trinidad: El corazón del barrio, donde locales y turistas se mezclan en un ambiente vibrante.
- Arte urbano: Murales coloridos que cuentan historias de la comunidad.
- Bares y rooftops: Desde coctelería de autor hasta terrazas con vista a la ciudad amurallada.
- Gastronomía variada: Restaurantes que fusionan lo mejor de la cocina local con influencias internacionales.
Getsemaní ha logrado lo que pocos lugares pueden: evolucionar sin perder su esencia. Su historia de lucha y transformación lo convierte en un destino único en Cartagena. Si buscas un lugar donde la cultura local se sienta viva en cada rincón, este barrio es una parada obligatoria.
¿Listo para recorrer sus calles llenas de historia y arte? No olvides tu cámara, porque cada esquina de Getsemaní tiene algo que contar.